Educación
1. ¿Qué hace UNICEF por la Educación?
2. Sobre el derecho a la educación
3. Estadísticas Destacadas
4. Con quiénes trabajamos
5. Relación familia escuela
6. Cómo participar en la escuela
7. El bullying
8. Escuelas efectivas
9. Trabajo infantil
10. Biblioteca
1. ¿QUÉ HACE UNICEF POR LA EDUCACIÓN?
UNICEF trabaja en Chile generando las mejores condiciones para que todos los niños, niñas y adolescentes puedan acceder y permanecer en la escuela, además de disfrutar de una educación de calidad que les permita alcanzar el máximo de sus capacidades, y así contribuir integralmente al desarrollo de la comunidad y evitar cualquier forma de discriminación o maltrato en el contexto educativo.
Para ello UNICEF produce –o ayuda a producir– conocimiento experto sobre mejoramiento educativo, equidad y calidad de la educación; desarrollo de iniciativas en pro de la equidad en educación –especialmente con poblaciones indígenas y niños y niñas fuera de la escuela–, mecanismos de resguardo del derecho a la educación y transformaciones legislativas e institucionales que aseguren a todos los niños, niñas y adolescentes el pleno ejercicio de este derecho.
- Acciones concretas
UNICEF participa junto al Ministerio de Educación y a las Universidades en el debate por la educación de calidad, fomentándola como derecho fundamental para la vida de los niños. No solo incentiva la educación como medio para acceder a un conjunto de aprendizajes, sino como un entorno imprescindible para la integración, convivencia y participación de los estudiantes.
Impulsa y apoya proyectos que estimulan la participación y el liderazgo de los niños en las comunidades educativas y que contribuyen a mejorar las relaciones familia-escuela.
Realiza estudios que permiten conocer mejor el escenario educacional chileno y la realidad que viven los niños, niñas y adolescentes en las escuelas y liceos. Además, analiza la deserción escolar y los negativos efectos que tiene el trabajo infantil en esta materia.
También produce material de promoción del derecho a la educación y elabora manuales sobre distintos temas relacionados con este derecho.
2. SOBRE EL DERECHO A LA EDUCACIÓN
En su artículo 28, la Convención sobre los Derechos del Niño consagra el derecho a la educación, mientras que en el artículo 29 define los objetivos de la educación, indicando que debe ser orientada a desarrollar la personalidad y las capacidades del niño. Con el fin de prepararlo para una vida adulta activa, inculcarle el respeto de los derechos humanos elementales y desarrollar su respeto por los valores culturales y nacionales propios y de civilizaciones distintas a la suya.
Para acceder a los Artículos 28 y 29 de la Convención sobre los Derechos del Niño, haga click aquí
3. ESTADÍSTICAS DESTACADAS
- En Chile existen 12.174 establecimientos educacionales reconocidos por el MINEDUC; de ellos, 5.514 son de dependencia municipal; 5.965, particular subvencionada; 625, particular pagada y 70 corresponden a corporaciones de administración delegada.
- La matrícula total de alumnos/as en los establecimientos que imparten educación parvularia (excluidos los de JUNJI/Integra), básica y media es de 3.410.178; en el 53% de los casos los estudiantes acuden a un establecimiento particular subvencionado; en el 38%, a uno municipal; en el 7% a uno particular pagado; y en el 2% a uno de administración delegada.
- El número total de matrícula de educación parvularia, incluyendo JUNJI y Fundación Integra, es de 715.578 niños/as; el 10,5% de ellos/as asiste a sala cuna; el 9,8% a nivel medio menor; el 19,4% a nivel medio mayor; el 28,9% a pre kínder; y el 31,5% a kínder.
- El número total de matrícula de educación especial es de 158.138 alumnos/as.
- El número total de matrícula de educación básica es de 2.001.729; de ellos, un 51,4% son hombres y un 48,6% mujeres.
- El número total de matrícula de educación media es de 938.936; de ellos, un 49,6% son hombres y un 50,4% mujeres.
- El MINEDUC registra un total de 200.659 docentes en el país; el 72% corresponde a mujeres y solo el 28% a hombres. El 45,6% de los/as docentes trabaja en colegios particulares subvencionados; el 44,2% en colegios municipales; el 9,1% en colegios particulares pagados y el 1,1% en establecimientos de administración delegada.
(Fuente: Estadísticas de la Educación 2012, Centro de Estudios MINEDUC)
Resultados Prueba SIMCE entre 2000 y 2012 en Lenguaje y Matemática
2000 |
2001 |
2002 |
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
2010 |
2011 |
2012 |
2013 |
||
4° básico | Lenguaje y Comunicación |
— |
— |
251 |
— |
— |
255 |
253 |
254 |
260 |
262 |
271 |
267 |
267 |
264 |
Matemática |
— |
— |
247 |
— |
— |
248 |
248 |
246 |
247 |
253 |
253 |
259 |
261 |
256 |
|
8° básico | Lenguaje y Comunicación |
250 |
— |
— |
— |
251 |
— |
— |
253 |
— |
252 |
— |
254 |
— |
255 |
Matemática |
250 |
— |
— |
— |
253 |
— |
— |
256 |
— |
260 |
— |
259 |
— |
262 |
|
2° medio | Lenguaje y Comunicación |
252 |
253 |
254 |
255 |
259 |
259 |
254 |
|||||||
Matemática |
248 |
246 |
252 |
250 |
256 |
265 |
267 |
(Fuente: www.simce.cl)
Niños, niñas y adolescentes que no asisten a un establecimiento educativo
- En Chile, 86.701 niños, niñas y adolescentes en edad escolar no están asistiendo a un establecimiento educativo; de ellos 13.472 son niños y niñas que tienen entre 6 y 13 años de edad y 73.229 son jóvenes que tienen entre 14 y 17 años.
- En ambos tramos de edad, la cifra es mayor en hombres que en mujeres; en los niños entre 6 y 13 años el porcentaje de no asistencia es de un 65,1%, mientras que en los adolescentes hombres que tienen entre 14 y 17 años es de un 55,9%.
(Fuente: Encuesta CASEN 2011)
Razones de no asistencia de 6 a 17 años
Razones de no asistencia según variables CASEN |
Variables CASEN[1] |
2003 |
2006 |
2009 |
2011 |
Razones económicas | Dificultad económica |
14,4 |
11,9 |
10,8 |
6,0 |
No tiene dinero para financiar la movilización |
0,6 |
— |
— |
— |
|
Trabaja o busca trabajo para aportar presupuesto del hogar |
7,3 |
— |
— |
— |
|
Trabaja o busca trabajo para cubrir sus gastos |
3,8 |
— |
— |
— |
|
Trabaja o busca trabajo para aportar al cuidado de sus hijos |
0,2 |
— |
— |
— |
|
Trabaja o busca trabajo |
— |
10,1 |
8,3 |
9,8 |
|
Ayuda en la casa o quehacer del hogar |
2,6 |
3,2 |
3,2 |
5,3 |
|
TOTAL DIMENSIÓN |
29,0 |
25,2 |
22,3 |
21,1 |
|
Razones propias de la experiencia educativa | No existe establecimiento cercano |
2,1 |
1,4 |
2,7 |
1,3 |
Dificultad de acceso o movilización |
0,9 |
0,5 |
0,9 |
0,3 |
|
Requiere establecimiento especial |
2,8 |
2,3 |
1,9 |
— |
|
Tiene discapacidad o requiere de educacional especial |
— |
— |
— |
5,8 |
|
No le interesa |
12,1 |
13,3 |
15,5 |
13,5 |
|
Problemas de rendimiento |
10,4 |
9,7 |
6,6 |
9,5 |
|
No hay matrícula (vacantes) (*) |
— |
0,2 |
0,2 |
— |
|
No lo aceptan (*) |
— |
0,2 |
0,2 |
— |
|
No hay matrícula (vacantes) o no lo aceptan (*) |
— |
— |
— |
0,1 |
|
Expulsión o cancelación de matrícula |
— |
4,3 |
3,8 |
1,6 |
|
TOTAL DIMENSIÓN |
28,3 |
31,8 |
31,8 |
32,1 |
|
Embarazo, maternidad paternidad | Maternidad o paternidad |
9,9 |
10,1 |
10,1 |
— |
Embarazo |
4,9 |
2,2 |
4,9 |
— |
|
Embarazo, maternidad o paternidad |
— |
— |
— |
12,2 |
|
TOTAL DIMENSIÓN |
14,8 |
12,3 |
15,0 |
12,2 |
|
Otras razones de no asistencia | No tiene edad suficiente |
3,6 |
— |
— |
— |
No es necesario porque lo(a) cuidan en casa |
1,3 |
1,8 (*) |
2,5 (*) |
2,1 (*) |
|
No veo utilidad en que asista a esta edad (*) |
— |
0,3 |
1,1 |
0,0 |
|
Desconfío del cuidado que recibiría (*) |
— |
0,4 |
0,0 |
0,2 |
|
Se enfermaría mucho (*) |
— |
0,1 |
0,0 |
0,0 |
|
El horario no me acomoda (*) |
— |
0,1 |
0,3 |
— |
|
Prepara la Prueba de Selección Universitaria PSU |
0,2 |
1,1 |
2,3 |
— |
|
Está realizando el Servicio Militar |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
— |
|
Enfermedad que lo inhabilita |
8,4 |
4,9 |
2,5 |
7,0 |
|
Problemas familiares |
4,1 |
4,5 |
5,7 |
4,0 |
|
Tiene una discapacidad |
— |
6,0 |
4,6 |
— |
|
A mi edad ya no sirve estudiar |
— |
0,0 |
0,4 |
— |
|
No conozco la manera para completar mis estudios |
— |
0,2 |
0,9 |
— |
|
A su edad no le sirve estudiar o no conoce la manera |
— |
— |
— |
0,0 |
|
No me alcanza el puntaje de la ficha de protección social |
— |
— |
— |
0,0 |
|
No contesta |
0,4 |
— |
— |
0,0 |
|
Sin dato |
— |
1,6 |
— |
— |
|
TOTAL DIMENSION |
17,9 |
20,9 |
20,5 |
13,3 |
|
Variable CASEN “Otra razón” |
10,0 |
9,8 |
10,5 |
21,3 |
(*) Esta variable es utilizada sólo para la edad de 6 años.
(Fuente: elaboración propia a partir de CASEN 2011).
[1] Se consideran todas las variables de la CASEN para este tramo de edad, excepto la variable terminó de estudiar, las cuales están agrupadas en estas 5 dimensiones.
4. CON QUIÉNES TRABAJAMOS
- Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación IIPE – UNESCO
- Ministerio de Educación
- Agencia de Calidad de la Educación
- Superintendencia de Educación Escolar
- Servicio Nacional de Menores (Sename)
- Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS)
- Comité Nacional de Trabajo Infantil (coordinado por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social)
- Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)
- Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE)
- Asociación Chilena de Municipalidades
- Municipalidad de Estación Central
- Corporación Municipal de Peñalolén
- Corporación de Desarrollo Social San Joaquín
- Foro por el Derecho a la Educación
- Fundación Educacional Collahuasi
- Corporación Caleta Sur
- Corporación Opción
- Fundación Súmate
- Fundación Fe y Alegría
- Fundación Chamina de Marianistas
- Vicaría para la Educación
- Fundación Cristo Joven
- Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico y Social (CIDETS)
5. RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA
Muchos estudios demuestran que una buena relación de los padres, madres y apoderados con las escuelas es factor clave para que sus estudiantes aprendan más. Las escuelas que han logrado integrar a las familias obtienen mejores resultados no solo en lo referido al rendimiento académico de los estudiantes y su actitud hacia el aprendizaje, sino también en términos de su desarrollo integral.
La relación familia-escuela va más allá de la necesidad formal de que los padres participen nominalmente en algunos aspectos de la vida escolar. Es un proceso en el cual ambos actores van construyendo criterios efectivos para apoyar a los niños, niñas y adolescentes en su trayectoria escolar, reconociendo la necesidad que ambos tienen de contar con el otro y sin desconocer el rol que cada uno tiene.
Para lograr una educación de calidad e introducir nuevos contenidos, los docentes deben tomar en cuenta los modos de vida de los estudiantes, para que de esta manera exista una coherencia entre el mundo de los alumnos y lo que la escuela enseña. Esta coherencia es producto de un contacto estrecho con las familias. Si la escuela se relaciona activamente con las familias, le será fácil considerar la cultura de los niños y niñas, fomentando así los aprendizajes significativos.
Acciones desde la escuela
Para contribuir a una mejor relación familia-escuela, existen algunos protocolos institucionales básicos que tienen relación con:
- Buena recepción de las familias en la escuela y un trato respetuoso hacia ellas.
- Estrategias diversas para informar a las familias de manera clara y oportuna (reuniones, llamados telefónicos, diarios murales, notas y otras).
- Política de acceso expedito, pero organizado, a directivos y profesores.
- Diversidad de espacios y actividades que permiten atender los distintos intereses de las familias.
ROL DE LOS PADRES EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS/AS
Diversas investigaciones identifican variables familiares que afectan poderosamente el éxito escolar de los niños y niñas, especialmente las referidas a:
- La actitud y conductas de los padres frente al aprendizaje.
- Los recursos relacionados con el aprendizaje.
- El clima familiar y los estilos de crianza.
En relación a las actitudes y conductas de los padres que influyen positivamente en el aprendizaje de sus hijos/as, es importante tener en cuenta que:
- Son muy influyentes las personas de la familia o cercanas a ella que valoran el aprendizaje, el estudio y la autodisciplina; que manifiestan la importancia de trabajar duro para alcanzar las metas propuestas o que realizan actividades cotidianas relacionadas con el aprendizaje.
- Es fundamental confiar en las habilidades de los hijos/as. Cuando la familia valora y reconoce talentos, esfuerzos y logros, les hace sentir que son capaces; los niños y niñas desarrollan una autopercepción positiva, se interesan por aprender y asistir a la escuela.
- Uno de los mejores predictores del éxito académico y ajuste social de los niños/as son las expectativas que tienen los padres sobre sus logros académicos y la satisfacción con la educación de sus hijos en la escuela.
Con respecto al clima familiar y su influencia en el desempeño escolar, se deben considerar los siguientes factores:
- Estilo de disciplina: es relevante que la familia emplee un estilo de disciplina democrático, con un adecuado uso del poder, donde se reconoce y respeta la autonomía de los hijos, se les explican las razones de las normas y se permite la negociación entre todos como forma de toma de decisiones.
- Estilo de comunicación y resolución de conflictos: un estilo de comunicación fluida, con buena interacción verbal entre padres e hijos, también actúa positivamente en el ajuste social de los niños/as al contexto escolar y rendimiento académico.
- Formación socioafectiva: tener una buena imagen personal, confianza en sí mismo y ser consciente de las habilidades propias depende de la actitud y el modo de relacionarse de los padres con sus hijos. Es imprescindible generar un clima emocional cálido, participativo, comprensivo y focalizado en lo positivo, donde el aporte del niño sea reconocido.
CÓMO APOYAR EL APRENDIZAJE DE LOS NIÑOS Y NIÑAS
Todos los niños, niñas y adolescentes requieren del apoyo de sus padres, sentirlos preocupados por ellos y sus estudios.
Las familias pueden aportar a la educación con apoyo pedagógico, ayudando a que el niño/a cree hábitos de estudio, haciéndole sentir que la familia se interesa por su vida escolar.
Si se trata de niñas y niños pequeños, es decir, del primer ciclo escolar, hay algunas formas de apoyo que los padres pueden implementar en la casa, como, por ejemplo:
- Apoyar los hábitos de lectura diaria: definir un horario, acompañar la lectura, preguntar de qué se trataba lo que leyó, pedirle que anote las palabras que no conocía y averigüe su significado. Además, sugerirle que realice un dibujo alusivo al texto leído, entre otros.
- Incentivar la escritura de palabras, frases y oraciones que el mismo niño o niña invente.
- Estimularlo a leer los letreros que hay en las calles.
- Reforzar el reconocimiento de los números y su escritura desde elementos cotidianos, como las boletas de servicios básicos, los envases de productos, etc.
También es importante reforzar:
La formación de hábitos de estudio:
- Tratar de que el niño/a haga las tareas y estudie en un lugar tranquilo, limpio, con buena luz y sin distractores como la televisión prendida o los hermanos jugando al lado.
- Valorar el tiempo de estudio del niño y niña. No interrumpirlo, no mandarlo en ese momento a hacer otras cosas.
- Cuando no es posible comprar los libros que necesita leer, recuérdele que utilice la biblioteca o el Centro de Recursos de Aprendizaje – CRA de la escuela. Ahí puede solicitar libros, computador, etc. para hacer las tareas que necesite.
- La formación de hábitos de horario y descanso diario.
- La puntualidad y asistencia a clases.
Si se trata de niñas y niños del segundo ciclo escolar, pueden ser apoyados en sus hogares en:
Los hábitos de lectura como base del proceso escolar:
- Persistir y fortalecer hábitos de lectura diaria.
- Ayudarlos a acceder a las bibliotecas públicas, que son una buena fuente de material de lectura y, en general, son de acceso gratuito.
- Incentivar la lectura de textos que aborden las temáticas que a ellos les importan, según sus intereses.
- La exploración del entorno cotidiano.
- La formación de hábitos de estudio.
- La formación de hábitos de horario y descanso diario.
- La puntualidad y asistencia a clases.
- La participación en actividades recreativas y culturales: con este tipo de actividades los niños/as amplían su visión del mundo y entorno que los rodea.
6. CÓMO PARTICIPAR EN LA ESCUELA
La comunidad educativa está integrada al menos por alumnos, alumnas, padres, madres y apoderados, profesionales de la educación, asistentes de la educación, equipos docentes directivos y sostenedores educacionales. Los principales canales para la participación en esta comunidad son los Consejos Escolares, Centros de Padres y Centros de Estudiantes. Además, para una adecuada Convivencia Escolar es muy importante contar con un Reglamento Interno.
CONSEJO ESCOLAR
Cada escuela o liceo subvencionado de Chile debe contar con un Consejo Escolar para mejorar la participación de la comunidad educativa. Su objetivo es reunir a los distintos actores que la componen (Centros de Estudiantes, Centros de Padres, profesores, directivos y sostenedores) para contribuir con su colegio, informándose, participando y opinando sobre materias relevantes para el establecimiento. La ley señala que estos tienen un carácter informativo, consultivo, propositivo y, en caso de que el sostenedor lo determine, resolutivo.
El Consejo Escolar está compuesto, a lo menos, por los siguientes integrantes: el director, quien lo preside, el sostenedor o su representante, un docente elegido por sus pares, el presidente del Centro de Alumnos y el presidente del Centro de Padres.
Los principales focos de atención de los Consejos Escolares son:
- Mejorar los aprendizajes de los niños, niñas y jóvenes.
- Colaborar con la gestión de las escuelas y liceos.
- Trabajar por una mejor convivencia y por la formación integral de los estudiantes.
Los Consejos deben ser consultados sobre: el proyecto institucional del establecimiento (PEI), la programación anual y las actividades extracurriculares; las metas del establecimiento y sus proyectos de mejoramiento; y la elaboración y modificaciones del Reglamento Interno y el Plan Anual de Convivencia.
Asimismo, los Consejos tienen que ser informados acerca de los logros de aprendizaje de los alumnos y de las visitas inspectivas del Ministerio de Educación, deben conocer cada cuatro meses el informe de ingresos y gastos del establecimiento (en los municipales), el presupuesto, y los resultados de los concursos de contratación de personal (en los municipales).
CENTRO DE PADRES
Esta organización agrupa a los padres y apoderados de un establecimiento educacional que voluntariamente desean participar de ella. Es una forma de aportar colectiva y organizadamente en la educación escolar.
Si bien los padres, madres y apoderados de los estudiantes de un establecimiento educativo pueden ser muy distintos entre ellos, los une el interés por el bienestar de sus hijos y es ese deseo compartido lo que fundamenta la existencia de los Centros de Padres y define los objetivos que persiguen.
De acuerdo al decreto 732 del Ministerio de Educación, el Centro de Padres y Apoderados es un organismo que representa a los padres y apoderados ante las autoridades del establecimiento, y que tiene por objeto establecer y fomentar vínculos entre el hogar y el establecimiento que faciliten la comprensión y el apoyo familiar hacia las actividades.
Además, su finalidad es trabajar en conjunto para el fortalecimiento de los hábitos, ideales, valores y actitudes que la educación fomenta en los alumnos.
CENTRO DE ESTUDIANTES
Es la instancia formalmente representativa de los estudiantes. Según la normativa vigente, por medio del Decreto 524/1990 modificado por el Decreto 50/2006, los alumnos/as de segundo ciclo de enseñanza básica y enseñanza media son quienes conforman el Centro de Estudiantes. Ningún establecimiento educacional puede negar su constitución ni funcionamiento y el Presidente del Centro de Estudiantes es quien representa a los estudiantes en el Consejo Escolar y a la Directiva ante la Dirección y el Consejo de Profesores del establecimiento.
Además, se establece que el Centro de Estudiantes debe estar conformado por los siguientes organismos:
- La Asamblea General, constituida por todos los estudiantes del segundo ciclo de enseñanza básica y enseñanza media del establecimiento.
- La Directiva, constituida a lo menos por un Presidente, un Vicepresidente, un Secretario Ejecutivo, un Secretario de Finanzas y un Secretario de Actas.
- El Consejo de Delegados de Curso, conformado, según establezca el Reglamento Interno de cada centro, por 1, 2 o 3 delegados de cada uno de los cursos del segundo ciclo de enseñanza básica y de educación media.
- El Consejo de Curso, lo integran todos los estudiantes de un curso.
- La Junta Electoral, compuesta al menos por 3 miembros, ninguno de los cuales puede ser parte de la Directiva, del Consejo de Delegados de Curso o de los organismos y comisiones creados por este y debe organizar, supervigilar y calificar todos los procesos eleccionarios que se lleven a cabo en los organismos del Centro de Estudiantes.
ALGUNAS CIFRAS SOBRE EL FUNCIONAMIENTO DE LOS CENTROS DE ESTUDIANTES
Según el cuestionario SIMCE para 8° básico del año 2011, un 69% de los estudiantes afirma que en su establecimiento se realizó una elección del Centro de Estudiantes (CCEE), mientras un 8% dice que no y un 23% no sabe. Respecto de si la elección del CCEE fue por votación de todos los estudiantes del establecimiento, un 53% afirma que sí, un 18% dice que no y un 29% no sabe. En relación a la participación de los encuestados en la elección del CCEE, un 53% declara que sí participó, un 18% manifiesta que no y un 23% no sabe.
Además, un 47% afirma que antes de la votación los candidatos al CCEE hicieron campañas difundiendo sus propuestas, mientras un 20% dice que no y un 33% no sabe. Por último, un 39% declara que si un estudiante propone algo, el CCEE siempre escucha, mientras un 17% dice que no y un 44% no sabe.
(Fuente: Corporación Opción, 2014)
Según el estudio de UNICEF “La voz del Movimiento Estudiantil 2011”, la valoración de las instancias de participación estudiantil en el contexto escolar se caracteriza por un debilitamiento de los espacios de participación representativa más tradicionales, como son los Centros de Alumnos o Estudiantes, y un auge de las instancias de participación más horizontales y de participación directa. Esto se expresa en una alta valoración de los estudiantes hacia la asamblea como espacio de participación y de la figura del vocero como cara visible de los estudiantes organizados.
CONVIVENCIA ESCOLAR
La experiencia escolar está asentada sobre un conjunto complejo de relaciones humanas; de los estudiantes entre sí, de profesores con estudiantes, de las familias con la escuela, y de los directivos con profesores y estudiantes, entre otras. Conseguir que esas relaciones se basen en los derechos humanos, que permitan enseñar a vivir con otros valorando la diversidad y que posibiliten el mejor desarrollo de la experiencia escolar, es el sentido último de la convivencia escolar
La Ley sobre Violencia Escolar entiende la buena convivencia escolar como “la coexistencia pacífica de los miembros de la comunidad educativa, que supone una interrelación positiva entre ellos y permite el adecuado cumplimiento de los objetivos educativos en un clima que propicia el desarrollo integral de los estudiantes”.
Es el Reglamento Interno de convivencia escolar el que registra las normas, medidas disciplinarias y maneras de solucionar los conflictos. Las fórmulas que se establezcan deben permitir aclarar los hechos, definir las responsabilidades, no juzgar en forma apresurada (presumir inocencia hasta probar lo contrario), escuchar al alumno y su familia, y resolver pacíficamente los conflictos entre las personas involucradas.
En este ámbito, es necesario que las personas responsables de aplicar estas normativas (profesor jefe, inspector, orientador, director) manejen algunas técnicas de resolución pacífica de conflictos, sobre todo cuando la falta cometida tiene que ver con problemas interpersonales.
El Ministerio de Educación recomienda que las sanciones tengan carácter formativo, es decir, que el alumno pueda aprender del error y, a la vez, intentar reparar el daño causado por su falta. En esa perspectiva, muchas veces una suspensión de clases, por ejemplo, carece de sentido pedagógico.
REGLAMENTO ESCOLAR
El Reglamento Interno de convivencia escolar registra las normas, medidas pedagógicas y disciplinarias y maneras de solucionar los conflictos que pacta la comunidad escolar. Tiene carácter de obligatorio para todos los colegios subvencionados. Cumple con el propósito de contribuir al aprendizaje y a fomentar una interacción respetuosa entre todos los participantes de ese espacio educativo.
Las normas de la escuela deben:
- Respetar la legalidad vigente.
- Ser reconocidas por toda la comunidad escolar: el Ministerio de Educación promueve que profesores, padres y alumnos tengan oportunidad de participar y opinar en la elaboración o revisión de las normas.
- Estar en función del objetivo de la escuela: las normas no pueden ir en contra de la misión educativa.
- Considerar al niño como un sujeto en desarrollo, por tanto las sanciones deben ajustarse a la etapa que vive el estudiante.
- Aplicar sanciones solo si están previamente establecidas, que sean adecuadas a la gravedad de la falta y sobre la base a criterios objetivos.
El Reglamento Escolar de un establecimiento especifica las conductas esperadas, los responsables de aplicarlas y los métodos acordados para que se cumplan. También señala el grado de las faltas, si son leves, graves o gravísimas, y el tipo de sanción que corresponde a cada una.
En todo caso, no pueden aplicarse sanciones:
- Que consistan en castigos físicos u otros que arriesguen la seguridad de los niños/as.
- Por conductas de los/as estudiantes realizadas fuera del establecimiento educativo, siempre y cuando las características de la falta no tengan graves repercusiones para la comunidad educativa o involucren a otros miembros de la misma.
- Que impidan el ingreso de un alumno a la escuela o que lo envíen de vuelta a su hogar, por cuanto esto representa un grave peligro para su seguridad. Las sanciones deben ser cumplidas al interior de los establecimientos.
- Que afecten la permanencia de los niños y niñas en el sistema escolar o perjudiquen gravemente su proceso educativo.
- Que prohíban o dificulten la asistencia a clases de una alumna por estar embarazada o porque es madre.
El Reglamento Interno debe establecer procedimientos para resguardar los derechos de los alumnos, definir a quién recurrir y qué hacer ante una situación de maltrato, discriminación y/o problemas pedagógicos.
7. EL BULLYING
¿Qué es el bullying?
Cualquier forma de maltrato intencionado que recibe un niño, niña o adolescente de parte de otros en forma repetida a lo largo del tiempo.
Es habitual que quien es víctima de bullying no le cuente lo que está sucediendo a nadie, le dé vergüenza o hasta se sienta culpable. La gran mayoría de las veces es una situación conocida por otros, ya sean niños/as o adultos, quienes son testigos del maltrato.
Tipos de bullying
Los principales tipos se pueden clasificar en:
- Físico: empujones, patadas, puñetazos, agresiones con objetos. Es más frecuente en la escuela básica que en la media.
- Verbal: insultos y apodos, principalmente.
- Psicológico: acciones encaminadas a bajar el autoestima del niño/a y fomentar su inseguridad y temor. El componente psicológico está en todas las formas de maltrato. Este puede expresarse de manera verbal o a través del celular, mail o chat (cyberbullying) o bien ignorando o excluyendo a la víctima (bullying pasivo).
- Social: pretenden aislar al niño/a respecto del grupo o ubicarlo en un mal estatus y hacer partícipes a otros individuos, en ocasiones, de esta acción.
Efectos del bullying:
Algunas cifras que causan preocupación:
• 1 de cada 10 estudiantes declaró haber sido víctima de bullying y cerca de un 25% de ellos lo sufre diariamente.
• 11.400 estudiantes de 8º básico han visto agresiones con armas en sus establecimientos todos los días o varias veces a la semana.
• 1 de cada 4 encuestados dice que los robos y destrozos son frecuentes en sus establecimientos.
• 1 de cada 5 alumnos afirma que son comunes las amenazas u hostigamientos entre sus compañeros.
• La Región Metropolitana registra la mayor frecuencia de agresión escolar, con un 42%, seguida por las de Arica y Parinacota y Tarapacá con un 41%.
• Los índices de acoso son encabezados por las regiones de Arica y Parinacota y de O’Higgins, con un 10,6% y 10,2%, respectivamente, muy por sobre el promedio nacional de 9,2%.
• En los colegios donde se registra mayor agresión escolar, los/las alumnos/as obtienen peores resultados en el Simce de Lenguaje y de Matemática.
• Los colegios de los sectores socioeconómicos medio y medio bajo presentan los índices de acoso y agresión escolar más altos.
• Los estudiantes identificaron al patio y los baños como los lugares más inseguros.
(Fuente: Encuesta Nacional de Convivencia Escolar 2011, MINEDUC; realizada a 228.883 estudiantes de 8º básico de 5.855 establecimientos educacionales del país).
8. ESCUELAS EFECTIVAS
UNICEF realizó un estudio para indagar qué factores influyen en que algunas escuelas que concentran estudiantes que viven en condiciones de pobreza, alcancen altos logros de rendimiento escolar (escuelas efectivas). Se llegó a la conclusión de que éstas no realizan acciones complejas pero cuentan con directivos y profesores que realizan actividades que favorecen una cultura positiva, fomentan la alianza entre la escuela y la familia, y tienen altas expectativas de la educación para los niños/as.
En esta investigación se lograron determinar algunos factores claves que favorecen los buenos resultados de escuelas de sectores de pobreza, vale decir, de “escuelas efectivas”:
- Gestión centrada en lo pedagógico: tienen un proyecto de educación integral que incluye niveles altos de aprendizaje para todos los niños, con metas concretas y planes de acción que se ejecutan y evalúan. Cuentan con reglas claras y explícitas para todos; con permanente capacitación, asesoría y evaluación a los docentes; profesores que trabajan en equipo, entre otros.
- Buen trabajo en el aula: sus clases son motivantes, bien planificadas. Tienen un buen manejo de la disciplina, priorizan la expresión oral y escrita y el razonamiento lógico, estimulan la exploración y creatividad y la relación profesor-alumnos se da en un clima de confianza-respeto- relaciones afectivas.
- Altas expectativas académicas: los directores y profesores tienen expectativas altas respecto de su capacidad de enseñanza y el aprendizaje de los/las alumnos/as; estimulan la motivación por aprender como un objetivo pedagógico esencial.
- Cultura positiva: existe en ellas un sentido de comunidad, fuerte identidad y compromiso; además de una comunicación interna, confianza y buen clima, donde los conflictos se reconocen y solucionan.
- Relación familia-escuela-comunidad: aprenden de su entorno y se preocupan de acercar a las familias a la educación y comparten con ellas las más altas expectativas para los niños/as. Existe una política de puertas abiertas y trato respetuoso hacia los apoderados, quienes son informados periódicamente de los avances de sus hijos/as y existen áreas de colaboración entre la familia y la escuela (apoyo educativo, actividades extraprogramáticas, aporte de recursos y apoyo a las familias con problemas).
9. TRABAJO INFANTIL
El trabajo infantil es una mala práctica que debe erradicarse, pues vulnera los derechos establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño, como lo señala en su artículo 32: “todo niño tiene derecho a ser protegido contra la explotación económica y contra todo trabajo que ponga en peligro su salud, su educación o su desarrollo integral. El Estado tiene la obligación de establecer edades mínimas para empezar a trabajar y de especificar las condiciones laborales”.
En Chile solo pueden trabajar los y las adolescentes mayores de 15 años, siempre y cuando cuenten con la autorización de sus padres o de la persona que esté a su cargo y acrediten de manera previa haber culminado su educación media o encontrarse actualmente cursando ésta o la educación básica.
El trabajo infantil es posible explicarlo solo a partir de una serie de factores que se encuentran fuertemente relacionados entre sí. Entre las principales razones que influyen en la prevalencia del trabajo infantil está la pobreza, ya sea porque los niños/as tienen que hacerse cargo de actividades dentro del hogar –como el cuidado y crianza de hermanos pequeños y trabajo doméstico–, o porque tienen la necesidad de salir al mundo laboral para aportar económicamente al hogar. Otra de las razones que incide en el trabajo infantil es la experiencia de fracaso escolar donde, frente a la deserción del sistema, la familia toma la opción de ocupar al hijo/a en otras actividades que sean de provecho para sí mismo/a y/o de la familia.
Muchas veces los niños y niñas se ven forzados a trabajar en condiciones inaceptables, ya sea porque aún no cumplen la edad mínima para trabajar (15 años) o porque lo hacen en la calle, de noche, en jornadas extensas o en condiciones peligrosas.
La educación es clave para la erradicación del trabajo infantil. Para ello es fundamental disponer de un sistema escolar inclusivo que se haga cargo de las trayectorias educativas de todos y todas sus estudiantes, por más complejas que éstas sean, de manera que ningún niño/a vea como alternativa el tener que abandonar la escuela porque ésta se les hace difícil. En este sentido también es importante, sobre todo en los sectores de mayor vulnerabilidad socioeconómica, contar con experiencias educativas significativas que les permitan a los/as niños/as la posibilidad de elaborar proyectos de vida con mejores expectativas a futuro. Cuando la experiencia educativa le otorga a los/as niños/as las oportunidades para que puedan desarrollar sus capacidades y potencialidades al máximo, disminuyen las posibilidades de que éstos abandonen la escuela y vean el trabajo como una alternativa, pues hay una valoración positiva respecto de la educación en cuanto herramienta para su futuro.
Los niños/as trabajadores no hablan en la escuela de esta situación, por lo que es importante poner atención a algunas señales para reconocer a tiempo cuando un/a alumno/a está trabajando en condiciones inaceptables, o está en riesgo de desertar del colegio a causa de la labor que realiza.
Algunas señales:
- El niño/a comienza a faltar a clases en forma injustificada.
- Baja su rendimiento.
- Muestra cansancio y desánimo.
- Dice estar haciendo “pololos” o cuenta que no tiene tiempo para jugar, hacer sus tareas o participar en actividades con sus amigos/as.
- Comienza a manejar dinero en cantidades diferentes a la capacidad de su hogar o edad
- Relata hechos relacionados con contextos laborales.
- Dice ayudar a sus padres en actividades productivas (dentro o fuera del hogar).
Reconocer estas señales puede ayudar a proteger a los niños y niñas en forma oportuna; por eso, directores, docentes y apoderados pueden jugar un rol fundamental en la detección y denuncia de casos de explotación infantil, en cualquiera de sus formas.
Para denunciar situaciones ilegales de trabajo infantil, deben efectuarse en el Ministerio de Educación, Dirección del Trabajo, Servicio Nacional de Menores, Oficinas de Protección de Derechos, Carabineros y Policía de Investigaciones.
CIFRAS
Según la última Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) de 2012, en Chile hay 229.000 personas que tienen entre 5 y 17 años que se encuentran ocupadas, es decir, realizando alguna actividad económica por al menos una hora durante la semana pasada o tienen un trabajo al cual van a volver. En promedio, este grupo de niños/as trabaja 16 horas a la semana.
Del total de niños, niñas y adolescentes ocupados, 219.000, es decir, el 96%, está en situación de trabajo infantil, lo que significa que participan en formas de trabajo que están prohibidas según la legislación nacional e instrumentos de derecho internacional que Chile ha adoptado. De ellos, el 69% son hombres y el 31% son mujeres. Además, de los 219.000 que se encuentran en situación de trabajo infantil, el 43% corresponde a niños/as que tienen entre 5 y 14 años, lo que transgrede la edad mínima permitida y, además, de ese porcentaje, un 77% lo hace en trabajos peligrosos que pueden dañar su vida y desarrollo. El 57% estante, que corresponde a adolescentes de entre 15 y 17 años, realiza trabajos que están prohibidos pues son considerados peligrosos para su vida y desarrollo.
10. BIBLIOTECA
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